INICIO.
ENERO 2015. Aunque aparentemente goza de
todo, principalmente de éxito y una inmensa fortuna, el prestigioso
arquitecto Braulio De la Riva no es del todo feliz, pues ha intentado
a toda costa tener un hijo con su amada esposa, Adriana, una mujer
frívola y vanidosa que se ha negado a ser madre por temor a perder
su figura y belleza, a demás que no está enamorada de él y solo se
casó para salvar a su familia de la miseria. El matrimonio
constantemente viaja y en cada viaje Isela se hace de un nuevo
amante, pero en la ciudad tiene como amante de planta a Uriel, un
sensual hombre que la llena de vida con quien ella desahoga el
desprecio que en realidad siente por Braulio, al cual no ama y de
quien absolutamente todo le molesta, incluso que haya vuelto su mano
derecha en los negocios a Reinaldo, el ambicioso hermano de la mujer,
mismo que envidia a su cuñado y planea arrebatarle todo, aunque sabe
que para ello también implica deshacerse de su hermana, misma a la
que provoca un accidente que la mujer tiene en compañía de su
amante, llenando de dolor a Braulio, para quien Adriana significa
toda su vida, por lo que el golpe de saber que ésta tenía un amante
le es muy duro y se desahoga con Enriqueta, su suegra, a quien
asegura que se divorciará de Isela pues jamás podrá perdonarle su
traición a pesar que la suegra intenta hacerle creer que todo se ha
tratado de un mal entendido y Isela le dará una explicación al
reaccionar. Pero Adriana lo último que quiere es ver a su marido
pues Reinaldo le dice que éste sabe absolutamente todo obre su
relación con Pablo. La fatalidad de la mujer parece terminar cuando
el doctor le informa que será madre, pues aunque ella sabe que el
hijo es de Pablo y no de Braulio, está dispuesta a hacerle creer a
éste que es suyo. Semejante plan, apoyado por Reinaldo, hace que
éste se llene de frustración pues sabe que si ese niño nace él
perderá la oportunidad de apoderarse de la fortuna de su cuñado,
quien al saber que será padre no perdona la infidelidad de Isela
pero le permit a ésta que permanezca en casa y no se divorcien hasta
que la criatura nazca.
En
la modesta vecindad de una colonia popular de la misma ciudad, vive
la bella pero amargada Aldonza Solís, una muchacha que vive postrada
a una silla de ruedas debido a una fatal malformación que no le han
podido operar por falta de dinero, situación que hace sentir
culpable a su sufrida madre, Josefina, quien intenta alentar a su
hija para que disfrute del exterior y no viva amargada entre cuatro
paredes, pero Aldonza se niega rotundamente segura de que fuera de
casa solo será presa de burlas y lástima. Josefina asegura que no
es así, y también Margarita, vecina y gran amiga de la lisiada,
quien le asegura que en el exterior hay una vida de la que se ha
perido y que está llena de posibilidades, sin lograr alentar a la
inválida.
Adriana
confiesa a Enriqueta que el hijo que espera es de Uriel, quien
repentinamente muere en el hospital, causando gran dolor a la mujer,
quien desea verlo. Enriqueta lo impide y advierte a su hija que si no
hace lo posible por ganarse la confianza de Braulio y lo retiene
aprovechándose del hijo que espera, entonces lo perderán todo y
tendrán que vivir en la calle, recordando que hace mucho que
perdieron la ridícula cantidad de dinero que heredaron cuando su
padre murió.
Reinaldo
es amante de su socia y colaboradora, Graciela Mendiola, a quien
vuelve su cómplice en el plan de despojar a Braulio de todo lo que
le pertenece para que ellos dos sean los dueños absolutos de la
cadena de consructoras del hombre.
Aldonza
sueña con el amor a pesar de ocultar sus deseos a los demás. Llena
de frustración y amargura reclama a Dios y la vida por el destino
que tiene que enfrentar debido a su terrible enfermedad. Intenta
salir al exterior pero el miedo la invade y lora en solledad por no
atreverse. Suplica a la virgen que le de una señal, una esperanza
que la llene de fuerza y voluntad.
Rubén
Carmago es gran amigo y mano derecha de Braulio pues posee una
importante compañía inmobilaria y ambos han hecho buena mancuerna y
han progresado en la industria de las bienes raíces. Sin embargo no
todo es miel sobre hojuelas y Rubén advierte a su amigo que tener
demasiada confianza en Reinaldo puede traerle graves consecuencias.
El dolido Braulio asegura que su cuñado es de confianza y pide a
Rubén que él también se la tenga pues ha demostrado ser capaz y
logrado grandes ventas que nadie más hubiera podido realizar. Rubén
lo promete, pero en el fondo sabe que Reinaldo podría clavarle un
puñal a su amigo en cualquier momento.
Margarita
comparte su departamento en la vecindad con Evelyn, una extrovertida
y sensual muchacha que siempre encuentra un pretexto para reírse de
Aldonza, a la que cree perdida pues postrada en una silla de ruedas
jamás logrará nada, a no ser que pida limosna y la gente se
compadezca de ella. Luisa reprocha a su compañera el ser tan ruin al
expresarse así de alguien que necesita apoyo y comprensión que,
desde luego, Evelyn no está dispuesta a darle pues desprecia a la
inválida tanto como a Josefina, quien se la pasa llorando con los
vecinos para inspirarles lástima y la ayuden, pues lavar y planchar
ajeno no le es suficiente para recaudar el dinero necesario para
comprar las medicinas de Aldonza, a quien acude Doña Panchita, una
vieja vecina que siente ternura por la muchacha y tiene una fuerte
amistad con Josefina. Panchita es la persona a quien la inválida
tiene más confianza y sabe de sus sentimientos. Aldonza lamenta ante
la mujer el estar destinada a estar siempre sola debido a que no
puede caminar, pues por ello ningún hombre se fijará jamás en
ella. La vieja Panchita le recuerda que Josué, su nieto, está
perdidamente enamorado de ella y sería capaz de todo por demostrarle
que puede hacerla feliz. Sin embargo la lisiada quiere al muchacho
como a un primo, ya que crecieron juntos, mientras que, por su parte,
Josué tiene una gran amistad con Margarita, quien está perdidamente
enamorada de él, en silencio.
Adriana
propone a Braulio que comiencen de nuevo pero éste tema a que ella
pueda volver a engañarlo. Más aún cuando descubre que u mujer ha
tenido más de un amante y se lo hace saber a Enriqueta, quien
abofetea a su hija, acusándola de ser una estúpida que solo se ha
dejado llevar por sus bajas pasiones sin importarle el destino de su
familia. Adriana entonces se revela ante su madre y le exige que se
marche de su casa, pues está harta de sus reclamos y de sacrificarse
siempre por ella y Reinaldo, quienes solo saben exigir y estirar la
mano.
Graciela
y Reinaldo fundan su propia empresa y se encargan de hacer que los
clientes de Braulio le den la espalda a su compañía, despertando
sospechas en Rubén, quien cree que en el fondo Reinaldo está detrás
de todo, mas éste se muestra preocupado ante su cuñado, al que
promete que lo ayudará a recuperar a sus clientes. Braulio enfurece
cuando Rubén le cuenta sus sospechas y deja claro que si su amigo no
confía en su cuñado entonces no tiene caso seguir trabajando
juntos.
Evelyn
acude a Graciela, su prima, quien siempre la ha visto con vergüenza
y desprecio por ser pobre y la ahuyenta regalándole ropa y zapatos
viejos. Esta vez Evelyn le pide que la ayude a encontrar un buen
trabajo, prometiéndole que ocultará que son primas para no
avergonzarla por sus verdaderos orígenes. Graciela decide ayudarla
pues cree que su prima puede ser una gran aliada para destruir a
Reinaldo cuando éste obtenga todo el poder y dinero que le roben a
Braulio.
Adriana
asegura amar a Braulio pero éste no le cree y se emborracha. Es
sorprendido por Reinaldo, quien le aconseja que se tome un descanso y
viaje lejos, donde pueda pensar en las decisiones que debe tomar.
Aprovechándose de su estado lo hace firmar unos papeles, con
engañifas, mientras que ella llora amargamente pues no desea
quedarse en la ruina y tener que trabajar como lo hicera hace años,
cuando fue asistende de Braulio y lo enredó para tene la vida de
lujos que ahora no quiere perder. Revela a Enriqueta estar dispuesta
a decirle a Braulio que el hijo que espera no es suyo, por lo que la
desesperada madre acude a Reinaldo, a quien pide que haga algo para
impedir que su hermana cometa una estupidez y ellos dos se queden en
la calle. Reinaldo discute entonces con Adriana, quien no hace más
que burlarse de él pues todo lo que tiene lo ha logrado por ella. Él
la abofetea tan fuerte que Adriana resbala y al caer se golpea con un
mueble, perdiendo así la vida. Enrqueta se horririza al sorprender a
sus hijos. Asegura a Reinaldo que Isela ha muerto y él ha sido el
culpable. El hombre niega esa rsponsabilidad y asegura que todo fue
un accidente y ahora ambos deben callar por su bien, revelando a su
madre que tiene el patrimonio de Braulio en su poder y ahora ellos
dos serán inmensamente ricos.
Evelyn
presume a Margarita las ropas y zapatos que Graciela le dio.
Margarita, emocionada, se prueba algunas cosas y pide a su amiga que
le regalen un vestido a Aldonza. De inmediato Evelyn arrebata la
prenda a su compañera y, burlona, asegura que aún con ese vestido,
un buen maquillaje y joyas, Aldonza nunca dejará de ser una pobre
inválida insignificante.
Braulio
siente responsabilidad por la muerte de Adriana y con ello la de su
hijo. Los peritos comprueban que la mujer resbaló y cayó,
golpeándose fuertemente en la cabeza, por lo que murió. Rubén
acude a su amigo e intenta decirle que ha investigado a Reinaldo y ha
descubierto que le ha robado pero el cuñado impide a toda costa que
los amigos hablen y lo ayuda Graciela, a quien Rubén revela lo que
sucede. Graciela promete al hombre que ella misma hablará con
Braulio y lo pondrá al tanto de la traición de su cuñado.
Josefina
cuenta a Aldonza la desgracia de una de las familias para las que
lava y plancha y cómo la muerte puede sorprender a cualquiera de la
manera más sutil. Nota a la muchacha triste y ésta le pregunta si
cree que algún día podría enamorarse y formar una familia.
Josefina le promete que cuando reúnan el dinero de su operación
podrá hacerlo, quizás con Paco, quien la ama verdaderamente.
Aldonza lamenta que todos crean que Paco es su única esperanza.
Amparo
aconseja a Braulio que viaje para que solo así saque de su cabeza
los fantasmas que lo atormentan. El hombre hace caso y apaga su
celular para que nadie lo moleste, por lo que Rubén no puede
contactarse con él.
Graciela
advierte a Reinaldo que Rubén sabe lo que le ha hecho a Braulio y
está dispuesto a desenmascararlo. Por tal motivo el ambicioso
Reinaldo acude a su enemigo, quien asegura saber cuales fueron
siempre sus intenciones y hasta creer que asesinó a Adriana para no
compartir con ella la fortuna de Braulio. Reinaldo, cínico, cuenta
al hombre cómo murió su hermana y le jura que no le dará
oportunidad de revelar sus planes. Toma una pistola con silenciador y
dispara a Rubén, quien muere instantáneamente.
Aldonza
es molestada por Evelyn, quien se divierte haciendola padecer.
Panchita y Margarita aparecen para defender a la inválida, la cual
llena de tristeza cree que debería ayudar a Josefina y aceptar una
propuesta para trabajar en un circo. Las amigas se lo prohiben. Ella
entonces se refugia en Josué, quien no resiste más callar el amor
que siente por ella.
En
la playa, Braulio está a punto de leer en los diarios sobre la
muerte de Rubén pero es sorprendido por Casandra, una sensual mujer
con la que habla y quien ha clavado los ojos en él. Ambos hablan y
él le cuenta de su vida y su reciente viudez. Casandra, libertina,
le jura que ella lo hará olvidar todas sus desgracias y comienza por
invitarlo a cenar y después a bailar. Están a punto de terminar en
la cama pero Braulio se disculpa.
Pasan
un tiempo y Josué habla a Aldonza del amor que siente por ella desde
que eran niños. Le jura que todo lo que ha ahorrado trabajando ha
sido para poder pagarle su operación y así poder casarse con ella.
Aldonza llora, abraza al chico y le hace saber que ella solo puede
quererlo como un amigo o un hermano, pero no como hombre. Él le jura
que, si se casan, quizás con el tiempo pueda llegarlo a querer como
hombre pero la chica sabe que eso nunca va a suceder.
Josefina
habla con Imelda, la sirvienta de la mansión De la Riva, quien la
pone al día de lo que sucede en la casa desde la muerte de Adriana,
pues Amparo, en poco tiempo, se ha encargado de re decorarlo todo
mientras que Reinaldo ha quedado a cargo de la empresa de Braulio,
quien no ha regresado en mucho tiempo.
Josué
tiene un puesto de tortas y hamburguesas y es molestado por Fito, uno
de sus vecinos, quien intenta convencerlo de que si se une a su banda
quizás robando pueda darle a su madre el dinero que necesita para
sentirse orgullosa de él. Josué asegura que Panchita está
orgullosa de él y no necesita de robar. Fito lo deja tranquilo e
intenta conquistar a Evelyn, quien lo desprecia por ser un bandido
sin futuro, contrario a lo que ella busca en un hombre.
Braulio
comienza una relación con Casandra, con quien se divierte y ha
olvidado parte del pasado. Lamenta no poder comunicarse con Rubén ni
en su celular, ni en su casa ni en su empresa. Intenta hacer un pago
en el hotel y le informan que sus tarjetas no tienen fondos, por lo
que se comunica a casa, donde Enriqueta se niega a contestarle el
teléfono, razón por la que Imelda le dice que la mujer y Reinaldo
pasan poco tiempo en casa. Braulio entonces recuerda que Rubén le
advirtió sobre Reinaldo, así como el momento en que a éste le
firmo en privado documentos los cuales no leyó. Pide a Casandra que
sea ella la que llame a su casa y la mujer lo hace. Es comunicada con
Enriqueta, quien le dice estar equivocada pues Braulio De la Riva ya
no vive allí ni es dueño de nada. Casandra lamenta comunicarselo al
hombre, quien descubre que lo han estafado y dejado en la calle.
Intenta hablar con algunos clientes, quienes le hacen saber que su
empresa quebró y ahora trabajan con Reinaldo. Se entera de la muerte
de Rubén y decide volver a la ciudad, donde violentamente intenta
hablar con Reinaldo, quien lo manda a echar de su oficina y da
ordenes para que no se le permita el acceso a su casa. Braulio llora
desesperadamente y afuera de la mansión De la Riva se topa con
Josefina, quien se preocupa por él. Al enterarse de que el hombre no
tiene donde vivir, ella le pide que la acompañe pues puede
acomodarlo en un cuarto modesto de la vecindad donde vive. Lo lleva
al lugar y pide a Panchita, la portera, que permita que el hombre se
quede en el cuarto que nadie ocupa, en la azotea. Braulio pasa la
peor noche de su vida preguntándose como pudo ser tan tonto para
haber permitido que lo engañaran, mientras que en casa Reinaldo
celebra con Enriqueta, quien asegura sentirse culpable pues
finalmente todo lo que ahora tienen en realidad es el patrimonio de
Braulio, quien solo quiso ayudarlos. Cínico, Reinaldo asegura a su
madre que por eos no se debe confiar en las personas... aunque sean
de tu familia.
Graciela
sabe que no puede confiar en Reinaldo y tras un altercado con la
secretaria de éste, busca a Evelyn, a quien ofrece el puesto y
ordena que se mantenga atenta y le haga saber todos los movimientos
del hombre. Evelyn acepta, feliz, al saber cuánto le pagarán
mensualmente. Cuando conoce a Reinaldo, queda asombrada por la
belleza del hombre, el cuál ve en la chica demasiado potencial con
el cual entretenerse. Comienzan una amistad y el hombre descubre que
quizás la chica pueda ser una espía de Graciela por lo que procura
que la secretaria no se entere de algunos de sus movimientos.
Aldonza
conoce a Braulio, quien se enternece con su dulzura y asegura conocer
médicos que seguramente estudiarían su caso sin cobrarle un solo
peso. Esto llena de alegría a Josefina, quien cree que su hija
tendrá una oportunidad para recuperarse pero la chica se niega pues
teme a que los resultados de sus estudios sean negativos. La muchacha
entonces escucha a Panchita, quien le hace ver que si no corre el
riesgo entonces nunca cumplirá su sueño de volver a caminar. Se
presenta Nicanor Verduzco, el dueño de la vecindad, quien exige a
Josefina que le pague los meses atrasados que le debe pues le ha dado
demasiado tiempo para reunir el dinero. La mujer le suplica que la
espere pues no le ha ido muy bien. El hombre le recuerda que ella
tiene como pagarle, pues el hombre está interesado en Aldonza. Son
escuchados por Josué, quien se enfrenta al hombre y le asegura que
las mujeres no están solas y él responde por ellas. Se hacen de
palabras y el muchacho está a punto de golpear al arrendador pero
Panchita lo impide. El hombre jura que se desquitará por el mal rato
por lo que pide a Panchita que sea su nieto quien le lleve a su casa
el dinero de las rentas del mes pues desea hablar con él.
Margarita
lamenta que Josué no la ame y ruegue a Aldonza a pesar de los
desprecios de ésta. Evelyn le aconseja que luche por el hombre de
cualquier manera y no se detenga por la lástima que siente hacia la
minusválida. Lo mismo opina Eloína, madre de Fito, quien rerimina a
Evelyn el que no le haga caso a su hijo, el cual la ama con
sinceridad. Evelyn se burla de la mujer y le hace ver que Fito
terminará mal si se empeña en seguir robando. La ofendida madre
asegura que su hijo no es ningun ladrón.
Graciela
se encuentra con Braulio, quien le pregunta qué le ofreció Reinaldo
a cambio de ayudarlo a robarle todo. Le hace ver que el hombre tarde
o temprano la traicionará a ella también y después se presenta en
su antigua casa, de donde Enriqueta lo corre, acusándola del
sufrimiento de su hija. Braulio le recuerda que fue engañado por
Reinaldo y que lo acusará para recuperar lo suyo y que ella, como su
madre y cómplice, irá a la cárcel junto con él. Entra por la
fuerza a su antiguo depacho, de donde saca unos documentos que
esconde entre sus ropas. Enriqueta llama a su hijo para decirle lo
que ha sucedido y éste acude a indagar qué pudo haber tomado su ex
cuñado. Lo maldice y jura que no descansará hasta verlo
completamente hundido.
Luciano
Morante es un importante empresario que no confía en los negocios de
Reinaldo. A su oficina se presenta Brauloi, quien le dice lo que su
ex cuñado le hizo. Luciano cree en Braulio y decide apoyarlo,
sorprendiéndose cuando éste le habla de Aldonza, la muchacha a la
que conoció y desea ayudar. Al saber que el hombre vive en una
vecindad, Luciano ofrece su casa a su amigo pero éste decide
permanecer en la vecindad y le pide dinero prestado. Luciano se lo
da, dispuesto a llegar con él hasta las últimas consecuencias.
Brissia
Morante y su gran amigo, Iker, sufren un percance en su automóvil y
Josué los ayuda. La muchacha queda impactada con el chico, quien
revela tener un puesto de tortas y hambuerguesas al que le pide que
vaya, entregándole una tarjeta. Iker se asombra cuando Brissia le
confiesa que el chico le ha gustado.
Nicanor
se entrevista con Fito, a quien le da una fuerte suma de dinero a
cambio de que le haga un favor.
Enriqueta
recibe a Lorenzo, su primo, quien le relcama el haber apoyado a
Reinaldo en la bajeza cometida contra Braulio. La mujer deja claro a
su pariente que si él apoya a Braulio entonces es enemigo de su
familia.
Aldonza
no puede sacar a Braulio de su pensamiento. Confiesa a la virgen
creer que se ha enamorado de ee hombre y sufre pues sabe que alguien
como él jamás pondría los ojos en alguien tan insignificante como
ella.
Evelyn
se ha vuelto amante de Reinaldo, quien la tiene de su lado y le
promete riquezas a cambio de que traicione a Graciela. Evelyn lo hace
y confiesa al hombre para qué fue á contratada. Ninguno sospecha
que Graciela está haciendo planes por su parte, dispuesta a no
quedarse sin nada cuando Reinaldo la traicione. El hombre, al saber
sus intenciones, le pide que se case con él.
FEBRERO
2015. Josué acude a entregar el dinero de las rentas a
Nicanor pero es asaltado por Fito y sus secuaces, enmascarados. El
chico le explica a Nicanor lo que sucedió pero éste acude al lugar
y anuncia a los arrendatarios que su cuota mnsual no fue cubierta
debido a la ineptitud del muchacho, al que sus vecinos exigen que
pague, pues creen que se ha robado su dinero. Margarita apoya a
Josué, al que le habla de lo que siente por él y se atreve a
besarlo. Él, sorprendido, le recuerda que ama a Aldonza y la
muchacha le hace ver que la lisiada nunca le hará caso y que
comparada con ella es una mujer insignificante. Panchita los ha
acusado y lamenta que Margarita, siendo la mejor amiga de Aldonza, se
exprese así de ella. Margarita asegura estar harta de que todos amen
a la lisiada e intenten ayudarla cuando ella no hace el menor
esfuerzo por luchar y ser feliz.
Eloína
pide a Fito que trabaje y acabe con las habladurías de la gente pero
este asegura no importarle lo que los demás piensen.
Casandra
busca a Braulio y se entera por Enriqueta de que éste ahora no tiene
absolutamente nada, sin contar con que el hombre ha comenzado a
trabajar con Luciano, enfrentándose así a Reinaldo, quien asegura a
Luciano que si Braulio trabaja para él entonces lo desprestigiará.
Luciano lo reta a que lo haga, para que todos se enteren de lo que
fue capaz de hacer a quien le dio de comer durante años y esperen a
que les pague con la misma moneda.
Braulio
paga a Panchita la renta de un departamento que ocupará. Visita a
Aldonza y Josefina, a quienes dice que ha hablado con un experto
interesado en el caso de la muchacha, quien llora y asegura tener
miedo. Braulio la abraza, asegurandole que no hay nada a qué temer.
Cuando todos en el vecindario ven a Aldonza en los brazos del hombre,
se asombran. Sobre todo Evelyn y Margarita, quienes no pueden creer
que alguien tan guapo como Braulio tenga amistad con la
insignificante lisiada, quien cuenta al hombre las desgracias de su
vida y le agradece de corazón que la queira ayudar. Ambos están a
punto de besarse pero la repentina presencia de Josefina lo impide.
La mujer después habla a solas con el hombre y le ruega que no
ilusione a su hija, la cuál es demasiado frágil.
Aldonza
se somete a estudios y el doctor Octavio Resendez asegura que, aunque
no será fácil, hará todo lo posible por curar la malformación de
la chica y hacer que vuelva a caminar. Aldonza llora de felicidad y
abraza a Braulio, quien en ese momento comienza a ssentir algo
extraño hacia ella, mientras que Vicenta se sorprende por las
repentinas ganas de vivir de su hija, quien cuenta todo a Margarita,
misma que acude a Josué para decirle que el nuevo inquilino está
por comerle el mandado. El chico enfurece y Margarita le hace ver que
ella es la única opción que tiene para amar. De pronto aparece
Brissia, quien llena de sensualidad se acerca a Josué y le confiesa
no haber podido resistir más las ganas de verlo. Lo besa y se arma
un pleito con Margarita, quien acusa a su rival de ser una buscona.
Brissia es defendida por Josué, quien revela a Margarita que jamás
tendrá ojos para ella. Esta llora llena de rabia y jura que si Josué
no es para ella no será para nadie, mintras él explica a Brissia
estar enamorado de alguien completamente distinto a ella.
Eloína
y Josefina tienen un enfrentamiento pues la primera se atreve a
acusarla de ser una mujer que vende a su hija con el mejor postor.
Ambas terminan desgreñándose y Josefina asegura a todo el
vecindario que ella y su hija son decentes y no tienen nada de qué
arrepentirse. Habla con Braulio, quien le entrega una carta para
Imelda, quien al recibirla, la lee y la destruye, no sin antes
decirle a Josefina que Braulio cuenta con ella para todo.
A
pesar de la oposición de Enriqueta, Reinaldo lleva a Graciela a
vivir a su casa y anuncia que se casará con ella a finales de mes.
Enriqueta hace una rabieta y comienza a hacer imposible la vida de su
futura nuera, quien se sincera y le asegura que en cuanto esté
casada con Reinaldo lo convencerá de que la eche de su lado para
siempre.
Iker
hace pasar un trago amargo a Luciano cuando le informa que Brissia se
ha entusiasmado con un hamburguesero que no tiene en qué caerse
muerto. El hombre prohíbe a su hija que continúe con la locura de
ver a ese chico y Brissia lo promete pero sabe que no cumplirá pues
Josué le gusta demasiado. Reclama a Iker el haberla delatado.
Aldonza,
quien ha recuperado las ganas de vivir, comienza a mostrarse ante la
gente, inspirada por Braulio, quien la llena de optimismo y a quien
ella le hace ver que no importan las desgracias cuando se tienen
motivos para vivir.
Margarita
asegura a Braulio que Aldonza siempre se ha valido de su estado para
seducir a los hombres. Son escuchados por Eloína, quien apoya a la
muchacha, sin embargo el hombre no hace caso de las calumnias y sale
de la vecindad, donde sorprende a Panchita llorando y suplicando a
Nicanor, quien le jura que si no le paga el dinero de las rentas que
Josué se robó, tendrá que echarlos. Brauio enfrenta al hombre y al
saber la cantidad que se le debe asegura que él se hará
responsable.
Fito
molesta a Evelyn en su lugar de trabajo. Intenta besarla y ella lo
abofetea par aluego encerrarse en el baño. El chico es sorprendido
por Graciela, quien lo lleva a su oficina y le ofrece dinero a cambio
de que le haga un trabajo: Desaparecer a una persona.
Casandra
se encuentra con Luciano, a quien habla de Braulio. Se siente
tranquila cuando su amigo le dice conocer al hombre que busca y ser
también su amigo. Le cuenta de la tragedia por la que atraviesa y
estar dispuesto a ayudarlo a que recupere lo que una vez le
perteneció.
Aldonza
se sonroja cuando Braulio le da un beso en la mejilla y le asegura
que es demasiado bonita. Al marcharse a su departamento el hombre se
topa con Cassandra, quien le asegura estar de su lado y dispuesta a
ayudarlo en lo que necesite. A Braulio se le ocurre que la mujer
puede ser quien conquiste a Reinaldo y consiga que el hombre le pague
con la misma moneda, por lo que de inmediato se presenta en la
oficina del e cuñado, como una nueva clienta interesada en un
proyecto muy ambicioso. Reinaldo queda impresionado con la belleza de
la mujer.
Josué
cuenta a Brissia sobre su deuda con Nicanor y aunque se niega a que
ella le preste el dinero, la chica le insiste por lo que se presenta
en su casa, donde son sorprendidos por Luciano, quien corre al
muchacho no sin antes advertirle que él no es más que el nuevo
juguete de su irresponsable hija.
Imelda
cuenta a Graciela cómo fue que repentinamente Adriana murió en
presencia de su madre y hermano. La futura esposa de Reinaldo está
casi segura de que su futuro marido y suegra fueron los responsables
del deceso por lo que se lo pregunta a Enriqueta, quien llena de
nervios lo niega. Cuando Graciela acude a las empresas, se sorprende
al no ver a Evelyn. Entra a la oficina de Reinaldo y los sorprende
besándose. Corre en ese momento a su prima, a la que exige que nunca
más la vuelva a buscar. Evelyn se descara y se niega a marcharse al
menos que se lo ordene Reinaldo, su único jefe. Reinaldo se ríe de
las mujeres pero toma la decisión de apoyar a su futura esposa pues
sabe en qué problemas se puede meter. La secretaria le suplica que
no la corra pero éste asegura queno tiene alternativa y se ríe de
ella al percatarse de que la tonta se ilusionó. Se burla y le
confiesa que solo se entretuvo con ella por ser lo que nunca dejará
de ser. Una vulgar cualquiera. Cuando Evelyn llega a la vecindad,
furiosa, se topa con Fato, quien le muestra un gran fajo de billetes
y le asegura que junto a él nada le faltará. La chica acepta una
invitación del pandillero y sale con él a bailar a pesar que
Margarita le advierte que el muchacho no es más que un ratero.
El
doctor Resendez estudia el caso de Aldonza y cree que puede operarla
aunque no está seguro de los resultados. Así se los informa a la
chica y su madre, Josefina, quien cree que quizás lo mejor será que
su hija no se ilusione en vano. Sin embargo Aldonza, por el el amor y
la ilusión que tiene hacia Braulio, decide someterse a la operación
sin importarle las consecuencias. Se lo hace saber a Braulio, quien
la invita a dar un paseo. Ella acepta, orprendiendo a todos en la
vecindad, principalmente a Margarita y Evelyn, quienes la envidian.
De ello se dan cuenta Panchita y Eloína, quienes se ríen de ellas.
Josué
tiene un enfrentamiento con Iker, quien le promete que si no se aleja
de Brissia lo va a lamentar. La muchacha los sorprende y exige a Iker
que no se meta en su vida. Besa a Josué y le asegura no poder
resistir más a no estar con él. Josué le corresponde y son vistos
por Aldonza y Braulio, quien reconoce a la muchacha, mientras que
Josué, al ver a la lisiada, intenta explicarle y ésta lo felicita,
asegurando que, como si fuera su hermana, se siente feliz de que por
fin haya encontrado el amor. Sigue su paseo con Braulio, quien al
escucharla la admira y le dice que es muy bonita. Se atreve a besarla
y Aldonza le corresponde para luego sonrojrse, pues en ella ha
despertado un gran amor hacia el hombre.
Margarita
habla con Josefina, quien la entera de las buenas intenciones de
Braulio con su hija. Esta a su vez se lo dice a Evelyn, quien
reconoce el nombre del hombre y siente rabia de que la lisiada tenga
tanta suerte, aunque sabe que el hombre ya no tiene nada. Margarita
se alarma al escuchar lo que Reinaldo y Graciela le hicieron al
hombre y aconseja a Evelyn que, si quiere vengarse, se ponga del lado
de Reinaldo pues puede sacar provecho.
Braulio
confiesa a Casandra y Luciano la emoción que le causa pasar tiempo
con Aldonza y poder ayudarla. Luciano ríe y advierte al hombre que
quizás se ha enamorado aunque éste no lo acepte, mientras que
Cassandra, dentro de sí, celosa, considera que debe adelantarse y
deshacerse de Aldonza antes que la compasión del hombre se convierta
en amor verdadero.
Graciela
y Reinaldo discuten en casa y ella lo amenaza con hundirlo pues tiene
pruebas suficientes para hacerlo. Interviene Enriqueta, quien termina
abofeteando a la mujer cuando ésta le responde altaneramente.
Reinaldo se encuentra en una encrucijada y Enriqueta le advierte que
si no hace algo de inmediato Graciela lo puede hundir y dejarlos en
la calle. El hombre pide a su madre que lo ayude a deshacerse de
ella.
Josué
paga a Nicanor el dinero que le habían robado. El hombre no hace más
que burlarse de él y lo echa. Llama por teléfono a Fito, al que
dice tenerle otro trabajo.
Braulio
sueña con Aldonza y al despertar descubre que se ha enamorado de
ella. La busca y la lleva al hospital, donde la operan. Al terminar
con la cirugía, Octavio revela al hombre y Josefina que la chica
tiene pocas esperanzas pero la fuerza de voluntad puede ayudarla.
Cuando Aldonza despierta, confiesa a su madre no sentir miedo de las
consecuncias y habla con Braulio , quien le confiesa haberse
enamorado de ella . Le da un fuerte beso y después Josefina le pide
que no se burle de su hija. El hombre asegura haberse enamorado.
Casandra
y Brissia salen de compras y la mujer se sorpende cuando la chica le
confiesa que ella comprende a Braulio pues también se ha ilusionado
con un chico que no es de su misma condición social. Casandra
advierte a la chica que quizás está jugando en terrenos peligrosos
pues por ambición la gente es capaz de todo, como la inválida que
se le ha metido entre los ojos a Braulio. Brissia descubre que
Casandra está enamorada. La mujer acepta que sí y jura que luchará
por tener al hombre de su vida a su lado.
Eloína
intriga contra Aldonza y Josefina entre los vecinos, despertando la
duda sobre la paternidad de la minusválida. Panchita asegura a la
mujer que ella tiene hijos y que tarde o temprano tendrá que
experimentar lo que es sufrir por uno de los suyos.
Luciano
se entrevista con Graciela, a la que pone altanto de la pérdida de
clientes que su empresa está teniendo debido a la incopetencia de
Reinaldo. La mujer deja entre ver al hombre que el haber apoyado a su
futuro marido a hundir a Braulio está teniendo consecuencias graves,
a la vez que, por los malos maejos, él cada día tiene más pésimo
humor y ha comenzado a beber en exceso. Luciano asegura a la mujer
que todo cae por su propio peso. Al volver a casa, Graciela descubre
que Enriqueta ha intentado tenderle una trampa para hacerle daño por
lo que cree que debe actuar de inmediato y acude a su antiguo
departamento a revisar documentos que guarda en secreto. Jura que si
llega a hacerle daño, Reinaldo se hundirá.
Casandra
se sorprende al descubir a Braulio besando a Aldonza, lo mismo que
Josué, quien intenta hacerle ver a la muchacha que solo se burlarán
de ella. Aldonza pide al muchacho que no se preocupe pues sabe muy
bien a lo que se expone.
Enriqueta
descubre a Imelda extrayendo documentos del despacho por lo que la
acecha hasta descubrir que la mujer está del lado de Braulio y lo
está ayudando. La arroja de las escaleras para que muera y luego
acude al teléfono para decirle a Reinaldo lo que sucedió. Al volver
al lugar de los hechos se aterra pues el cuerpo de Imelda ya no está.
Cuando habla con su hijo de lo sucedido, ambos temen a que la
sirvienta pueda tener información que los hunda. Hablan de cómo
deshacerse de Graciela, la cual puede ser peligrosa. Esta los escucha
y decide pagarles con la misma moneda. Toma una fuerte documentación
y busca a Luciano, a quien pide que se la entregue a Braulio en caso
de que a ella le suceda algo. El hombre hbala con su amigo y le
asegura que quizás su ex cuñado planee hacerle daño a la que será
su esposa y por eso ésta ha decidido alertarlo.
Casandra
habla con Aldonza y le hace ver que hombres como Braulio solo se
acercan a las minusválidas por compasión pero no por amor, por lo
qu en cuanto recupere lo que le pertenece se olvidará de ella.
Aldonza llora y confiesa a Vicenta tener mucho miedo.
Imelda
se presenta ante Demetrio, al que revela que Enriqueta la intentó
matar y también que la mujer y Reinaldo son los responsables de la
muerte de Adriana. El hombre la lleva de inmediato a un ministerio
público, donde denuncia el intento de asesinato.
Fito
y sus secuaces intentan robar el carrito de hamburguesas y tortas de
Josué, quien se definde y los enfrenta, descubriendo la identidad de
Fito, quien al sentirse delatado decide echarse a correr y no se da
cuenta de que un auto se acerca por lo que es arrollado. Es llevado a
la cruz roja, donde Eloína solo culpa a Josué de lo sucedido a su
hijo. Josué asegur a a la mujer que Fito intentó robarle y fue él
quien le robó el dinero de las rentas de los vecinos en la vecindad,
por eso, cuando es dado de alta, al regresar al lugar Fito es
despreciado por todos y Eloína es señalada por sus vecinos, quienes
le retiran el habla.Al muchacho lo visita Nicanor, quien lamenta lo
mal que le esté yendo y le propone un nuevo negocio para cuandos e
recupere. Son escuchados por Eloína, quien decide denunciar tanto a
su hijo como al hombre, quien es aprehendido, lo mismo que Fito.
Ambos tienen un careo y se dejan descubrir las fechorías cometidas
juntos.
Reinaldo
y Evelyn tienen un ardoroso encuentro del que Graciela se da cuenta,
por lo que se burla de los dos y asegura al hombre que pagará muy
caro por su traición. Este la enfrenta y la corre de su casa,
asegurando que lo del matrimonio fu solamente una trampa para
utilizarla.
Casandra
consigue un lujoso departamento para Braulio, quien se resiste a
abandonar la vecindad. La mujer se muestra celosa y le pide que se
olvide de la inválida, la cual solo lo ha enternecido pero no
pertenece a su mundo ni puede ofrecerle lo que ella. El hombre se
disculpa con su enamorada y le pide que por el bien de ella no se
vuelvan a ver. La mujer se desahoga con Luciano y Brissia, quienes le
aconsejan que haga caso a Braulio y se resigne a que no será para
él. Casandra llora pues por mucho tiempo creyó que podria rehacer
su vida con el hombre. Luciano le confiesa que él también ha
deseado rehacer su vida con una mujer como ella.
Graciela
prepara sus cosas para abandonar a Reinaldo. Enriqueta no hace más
que ofenderla y humillarla.Ambas se aterran cuando la policía las
sorprende y, sobre todo, cuando detienen a Enriqueta por intento de
homicidio, llevándosela. Pide a Graciela que la ayude pero ésta le
asegura que no tiene porqué hacerlo y revela a la policía que la
mujer, junto con su hijo, han estado planeando eliminarla a ella
también. Entonces Enriqueta la maldice y es llevada al ministerio
público. Cuando Reinaldo llega a casa Graciela le informa todo y le
advierte que se entregue pues de cualquier forma lo atraparán por
sus crimenes y la estafa a Braulio. Furioso, Reinaldo jura a la mujer
que si va a la cárcel no lo hará en la ruina, pero sí con
provecho. La estrangula con sus propias manos para después darse a
la fuga y pedirle a Evelyn que lo esconda en la vecindad,
prometiéndole que les espera una vida juntos, llena de lujos. La
chica lo esconde a pesar que Margarita siente mucho miedo y dentro de
poco el hombre se entera de que Braulio vive en el mismo lugar, por
lo que penetra en su departamento, a escondidas, buscando algo que al
hombre le impida arrebatarle lo que le pertenece. Es sorprendido por
Braulio, quien lo golpea y le jura que recuperará lo que le
pertenece así sea lo último que haga en la vida. Reinaldo le jura
que antes que saberlo duño de todo nuevamente, lo matará.
Brissia
logra conquistar a Josué, quien afirma que luchará por ella. La
muchacha conoce a Panchita y Aldonza, con quien hace una pronta
amistad, sorprendiendose al enterarse que esta es la chica de la que
Braulio está enamorado. Cuando Iker sabe del noviazgo de Brissia y
Josué, decide alejarse de la muchacha, seguro de que ésta pierde su
tiempo. Se lo hace saber a Luciano, quien prohíbe a su hija
relacionarse con el chico pero Graciela interviene y pide al hombre
que deje a su hija elegir su vida.
Josefina
le dice a Demetrio que Casandra ha menospreciado a Aldonza. El hombre
acude a la mujer y le pide que no intervenga en su relación con la
muchacha. Casandra intenta convencerlo de que es una estupidez amar a
una lisiada tan diferente a él. Esto causa que el hombre decida
terminar toda relación con Casandra, quien en venganza se disfraza y
al sorprender a Aldonza intentando caminar, sola, en la vecindad, la
empuja de las escaleras por lo que la muchacha es llevada de
emergencia al hospital, donde Octavio Resendez la salva de todo
peligro. La chica pregunta por Braulio, al que ruega que haga su vida
y se olvide de ella pues quizás lo que le ha sucedido sea un aviso
del destino.
La
arrepentida Eloína, asegura a Josefina que vio entrar a una mujer a
la vecindad y que fue esa mujer la que arrojó a Solita de las
escaleras. Cuando Braulio se entera, da la descripción de Casandra y
se sorprende al descubrir que fue ella. La amenaza con denunciarla y
enviarla a la cárcel.
Imelda
revela a las autoridades sobre sus sospechas sobre la muerte de
Adriana, así como la manera en que Reinaldo y Enriqueta le quitaron
sus bienes a Braulio, quien a su vez no deja de pensar en Solita y
decide abrir los documentos que Graciela le entregó. Se alegra pues
con ellos recuperará lo que le pertenece. De inmdiato, junto con
Luciano, presenta una denuncia contra Reinaldo, el cuál es detenido
en la vecindad y encarcelado por la muerte de Graciela, lo mismo que
Enriqueta.
Tiempo
después, Braulio recupera su empresa y propiedades mientras que
Aldonza recupera el movimiento en sus piernas y vive una intensa
relación con el hombre, quien le pide que sea su esposa.
Enriqueta
sufre dentro de la cárcel, donde las internas no hacen más que
burlarse de ella por su condición de señora.
Reinaldo
y Fito se han conocido y el muchacho está por salir libre. Reinaldo
le ofrece mucho dinero, para que viva comodamente el resto de su
vida, a cambio de que asesine a Braulio.
Casandra
se resigna a perder a Braulio y acepta el amor de Luciano, quien le
promete que la hará dichosa. Ella convence al hombre de aceptar a
Josué, quien se presenta en su casa acompañado por Panchita,
dandose a conocer las dos familias aunque a Luciano no le convence el
que su hija se roce con gente tan diferente.
Margarita
insiste en intrigar contra Aldonza, quien la descubre y le pide
perdón por el daño emocional que le ha causado sin querer.
Margarita se descara, insulta a la chica en medio de la vecindad, por
lo que los vecinos la atacan y no le queda más que tomar sus cosas e
irse para siempre, despidiéndose solamente de Josué, quien la
desprecia.
Eloína
recibe en casa a Fito, quien le jura que sus vidas cambiarán pronto.
Ella le suplica que no se meta en más líos pero el muchacho sabe
como manejarla. Acude a Evelyn, a la que propone que juntos hagan un
trabajo para Reinaldo y ganen mucho dinero. La chica se niega y sin
más acude a Graciela, a quien advierte del daño que Reinaldo desea
hacer a su ex cuñado desde la cárcel. Graciela y Luciano advierten
a Braulio, quien pide a Imelda y los vigilantes de su mansión que
estén alertas.
Aldonza
se siente feliz por su boda con Braulio, al que ama profundamente.
Josefina, por su parte siente miedo y asegura a Panchita creer que
aunque ella y su hija vivan entre lujos quizás nunca se acostumbre y
extrañará a todos en la vecindad.
Enriqueta
piensa en Adriana y suplica perdón por no haber denunciado a
Reinaldo a tiempo pues ella también se cegó por la ambición.
Aldonza
y Braulio se casan y al salir de la iglesia unos maleantes los
sorpenden con armas de fuego, dispuestos a terminar con el hombre. No
cuentan con que el lugar está rodeado de policías, quienes cubren
al matrimonio y se enfrentan a los maleantes, disparándoles. Uno de
los malhechores muere, no sin antes revelar que todo era un trabajo
para Reinaldo. Ese maleante es Fito, quien causa un terrible dolor a
Eloína al descubrirse su identidad.
Al
enterarse de lo sucedido a Fito y de la felicidad que goza Braulio,
Reinaldo se llena de odio y frustración y jura que un día saldrá
de la cárcel y se vengará. Es nuevamente llevado a juicio y
condenado a cadena perpetua, mientras que Enriqueta queda en
libertad. La mujer acude a visitar a su hijo y el revela que se irá
muy lejos, donde nadie vuelva a saber de ella. Le entrega una soga,
para que termine con su calvario y no se resigne a pasar toda la vida
en una prisión. Madre e hijo se despiden. Después Reinaldo se
suicida, colgándose en su celda.
Aldonza
y Braulio viven su amor y ella pronto descubre que está embarazada.
Ambos sellan su unión con un fuerte beso de amor, jurando quererse
para siempre.
Fin
NOVELAS CIBERNÉTICAS MMXV
Los derechos de "Quiéreme Siempre" son propiedad de su autor
por lo que queda prohibido el uso de su contenido
así como su copia parcial y/o total para fines de lucro.
© Omar Tarsis Berzeg 1999 - 2015
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